Los vendedores de la feria son mi segunda familia – Nardy Alvarado Anchía
Nardy Alvarado Anchía es oriunda de Tilarán y cuando tenía un año, su madre se trasladó a Rio Frío, donde desde muy pequeña aprendió junto a su madre y abuelo, el oficio de sembrar y cosechar para luego complementarlo con la venta de sus productos en su puesto en la feria del agricultor en Santo Domingo, donde según ella reside su segunda familia, en referencia a los otros vendedores, de quienes ha recibido siempre mucho apoyo y motivación.
Siendo única mujer y la segunda de seis hijos, combinó sus labores con las del cuido de sus hermanos y posteriormente con la crianza de sus cuatro hijos.
En el lote propio de su mamá Deyanira producen entre otros, maíz, yuca, plátano, frijoles, arroz, limones, naranjas, mandarinas y pipas, pero además complementa sus ingresos con la venta de tamales, elaboración de quesos y otros productos de sus vaquitas y gallinas.
Y todo esto además de proveer el sustento familiar, le ha permitido financiar los estudios de sus hijos, incluso a nivel universitario privado donde su hija de 21 años cursa avanzada la carrera de Administración Aduanera, enfocada en ser profesional para ayudar en los estudios de sus otros tres hermanos.
Este liderazgo que hemos destacado de doña Nardy, tiene fundamento en valores y principios como la honradez, la sinceridad y ponerse metas para ser cada día mejor. Ideas que le fueron inculcadas en parte por su madre Deyanira, otra mujer emprendedora que además de sus aportes a la producción, saca tiempo para pintar, bordar, hacer artesanías e ir a pescar, que es una pasión.
Así como Nardy y Deyanira existen miles de mujeres que en las zonas agrícolas ejercen estos roles, sacando adelante sus familias y llevando el sustento a toda la población.
No basta un día, ni siquiera un año entero para reconocer y celebrar el aporte de las mujeres en la sociedad. En la edición impresa de Bandera del mes de marzo, hemos querido destacar el rol de liderazgo que ejercen las mujeres prácticamente en todos los ámbitos del quehacer humano, a pesar de las limitaciones que le impone una sociedad patriarcal dominante, excluyente y hasta violenta. Presentamos solo algunos casos o ejemplos de mujeres que a través de los años, desde su rol de lideresas, vienen construyendo la transformación hacia un mundo más justo y solidario.